¿Dónde está la MSN?

Ladislao Hernández

En Madrid ya saben dónde está la MSN. Pasó como un ciclón por Eibar. Marcaron, al fin los tres de arriba, y además marcó Denis Suárez, que sigue estudiando tercero de Iniestología, y progresa adecuadamente. UN nubarrón: la lesión de Busquets -baja bien cubierta por Rakitic- en el momento decisivo de la temporada. Todo se juega a partir de ahora.

El tembleque en Bernabeu es tremendo. Le han pintado la cara en Vigo, le han desecho la ilusa ilusión del triplete (de sextetes, chavales, ni hablemos) y ese soufflé que es Zidane empieza a quedarse en su volumen real: inexperiencia, desdibujo, solo coraje, suerte y pestuza a sudoraco.

Nos hemos perdido ese cruce de Alcorcón-Madrid. La florentinidad no ha estado avispada en el sorteo, le salió cruz en aquel nefasto minuto de la semana pasada lo ha rematado Danilo, ese prodigio.

Messi, Suárez y Neymar han vuelto a sintonizar. Mañana espera la Real, que no es moco de pavo y empieza a recordar a aquella de Arconada, Satrústegui, López Ufarte y Zamora que optaba a todo.

La Champions está a la vuelta de la esquina: la MSN arranca y toma velocidad de curcero. La BBC anda manca y parece el UHF. Y claro, cómo se quejan de las bajas en Madrid, cómo minusvaloran ahora la Copa de su Majestad (la de ellos), cómo se nota que CR es CR32 añacos y que era lo que siempre ha sido: músculo y fuerza, puntería y rabia. Poco fútbol. Fútbol ciego.

Esperamos más noches felices. Viva Napoli.

2017-01-23-01-11-40

Donde hay Vidal hay esperanza

Ladislao Hernández

Era necesario este soplo de aire fresco. Al fin entró la pelotita. Llevábamos un 2017 sembrado de goles a balón parado, de golazos de falta logrados por la bota prodigiosa de Leo Messi. Hemos comprobado que a día de hoy Arda está por encima de Ney y que el brasileño tiene que espabilar. Hemos comprobado que hay alternativa en el centro del campo con Rafinha y André Gomes, cada vez más entonado.Los suplentes entran y cumplen. Mathieu ha vuelto a pisar el verde. Nos falta que Paquito Alcácer marque, y de paso, Masche. Nos hemos arrodillado ante los derechazos de Suárez y no nos cabe la menor duda de que el mejor jugador del mundo está en el FCB. Messi lo sigue demostrando.

Pero la sorpresa del partido contra Las Palmas fue la recuperación de Aleix Vidal, que estaba con un pie fuera del club no hace ni diez días. Marcó a pase de Alcácer pisando el área con la misma solvencia que Jordi Alba. Si Vidal se asienta en el equipo, Sergi Roberto puede quedar liberado para reforzar el centro del campo y ser alternativa muy fiable a Sergio Busquets o Iniesta. Roberto tiene muchísimo fútbol por delante.

Un detalle más antes de pasar a tratar sobre los cuartos de Copa: hemos dicho repetidas veces que el equipo contrario se empeña en atenazar a Iniesta -ausente el pasado sábado- y Busquets, que esa asfixia impide poner en contacto al centro del campo y la delantera. Aunque Las Palmas es un equipo que mima la pelota, también optó por la presión alta. Sin embargo, la inclusión de Arda arriba cambia el panorama en el medio campo. No solo defiende con mayor pujanza que Neymar si no que apoya el juego de salida de balón y deshace los nudos que el contrario intenta atar en mediocampo.

El jueves espera la Real. Otro equipo con ADN Barça en el banquillo (son más de uno aunque menos que otros años: Abelardo en el Sporting, Pelegrino en el Alavés, Valverde en el Athletic…) que este año parece volver a despegar con un juego brillante y bonito. No era el más difícil de los que había en el bombo, pero si se quería evitar un enfrentamiento en cuartos de campanillas, que al Barça le tocase la Real era la siguiente combinación. Los emparejamientos ponen a Alavés o Alcorcón en semifinales. Pronosticamos la semana pasada un Real Madrid- Alcorcón, quizá solo nos hemos equivocado de fase… ¿Será para semifinales? Ojo, antes el Metro tiene que pasar por Balaídos. Pueden ganar con cabezazo de Ramos, si acierta en qué meta.

2017-01-14-18-06-36

FÚTBOL Y POLITICA

Joan C. Sunyol

Se considera tendencioso mezclar fútbol y política. Al menos imprudente e incómodo. Excepto cuando se trata de la Selección Española. entonces está mal visto desvincular un partido de fútbol del honor de una nación, que es una cuestión política. Se habla de inoportunidad cuando del Barça y Cataluña se trata. Si la Generalitat identifica en una campaña mediática al FCB con el placer de ir de vacaciones a Cataluña, el Espanyol, y toda la prensa madrileña, la que no tiene vela en el entierro, protestan. Porque entonces fútbol y política es un binomio que molesta. Si Vicente del Bosque es nombrado marqués y el rey honra a los héroes de Sudáfrica no hay problema. Si se utiliza el madridismo para llenarse la boca de españolismo, todo OK, chavales. La senyera prohibida y el aguilucho facha campa en el Bernabéu.

Ese empeño es vano, es una solemne tontería intentar desvincular una identificación social establecida hace mucho tiempo, la del Barcelona con Cataluña, la de la autonomía (hoy puede ser independencia) con el club, que es «més que un club». Como no se podrá separar la identificación del Athletic con Euskadi (mucho más que el Alavés) ni la del Real Madrid con el nacionalismo español. Miren las banderas secundarias de cada club y encontrarán identidades. Hay seguidores del Barça que se consideran españoles, manchegos, japoneses o catalanes. Hay seguidores de derecha, de izquierda y de extremo centro del Barcelona, como los hay de todo pelaje en el Real Madrid.  Pero no lo son en la misma proporción: es una realidad sociológica. Jotdown publicó un estudio hace un par de años -cuando no había «partidos nuevos»- analizando la preferencia de los simpatizantes de cada partido político con los clubes de fútbol. El resultado es el que podíamos suponer: el Real Madrid gusta más a la derecha. Da igual cuál fuese la historia del Madrid, sus orígenes y su compromiso con la II República, cosa que a los voceros cavernícolas actuales poco importa. El Madrid se entronizó durante el franquismo. Muy recomendable ver Barça Dreams, el documental de 2015 de Jordi Llompart. El FCB fue dañado por la dictadura franquista. Los números cantan. En los últimos años se ha valorado al Madrid como el club del siglo XX, sí, un siglo donde casi 40 años fueron dictadura.

Pero vamos a la valoración cuantitativa en la que se soporta lo que es más que una impresión: el favoritismo madridista por la derecha ideológica española, demócrata y no demócrata. En época democrática, ya sea bajo República o Monarquía -donde incluimos dictablanda-, el FCB ha ganado 16 de 24 títulos de Liga, lo que suponen dos tercios. De los 8 títulos de Liga ganados bajo el franquismo, siete lo fueron antes de 1960. 19 de 28 Copas nacionales (del Rey, República o Generalísimo) se ganaron en periodos democráticos, casi un 70%. En torneos internacionales solo ganó 3 trofeos, de los 20 que atesora, en la época de la dictadura. En concreto, no ganó ninguna Copa de Europa/Champions League bajo un gobierno no democrático. Es más, solo ha ganado una Champions bajo gobierno del PP. El resto las ganó bajo gobiernos socialistas. Coincidencias.

También es una coincidencia que casi la mitad de las Ligas ganadas por el Real Madrid, las obtuviese bajo la dictadura franquista (18 frente a 14, un balance que favorecía a ese periodo infame hasta la llegada del siglo XXI). Sí ha ganado más copas nacionales en democracia (13 frente a 6). Sus trofeos por Europa y el mundo tienen un saldo de 14 en democracia y 7 en la época de la dictadura. Pero en este tercio de trofeos se encuentran seis Copas de Europa…  El resto de Champions siempre han sido ganadas bajo gobierno del PP. Coincidencias. Nada que ver con la política.

Resumiendo, y si sumamos Supercopas y Copas de la Liga, El FCB ganó 20 de sus 86 trofeos nacionales e internacionales bajo la dictadura de Franco, un escaso 24%. El Real Madrid ganó 27 de sus 82 trofeos, más de un 30% en esa época de ostracismo catalán. Las diferencias en el número de trofeos conseguidos por un club y otro, si eliminamos la nefasta dictadura, es de 11 trofeos a favor del Barcelona. Otra coincidencia. No deben sacar pecho en la capital.

Callando bocas

Ladislao Hernández

En el tercer partido del año, al fin el Barça ha marcado un gol que no ha sido de falta directa. Un golazo del uruguayo. Pero ha sido el balón parado el que ha colocado al FC Barcelona en cuartos de Copa. Los goles de falta de Messi nos mantienen vivos. Pan bendito.

El equipo vuelve a carburar. Hay detalles incomprensibles: la buena forma de Arda se queda en el banquillo, Neymar arranca y se para, el tercero del centro del campo varía, Umtiti anda revolucionado y hemos creado caso Vidal, caso Mathieu y nos han hecho un «caso Messi» a cuento de una renovación pendiente… Del arbitraje y el favoritismo de la prensa y las instituciones ni hablamos. Nosotros solo aplaudimos a una plantilla decidida y con las cosas claras. ¿Que Messi no ha ido al show ronaldista? Tampoco acudió Ronaldo en 2012.

Se presenta un mes en el que hay que ponerse en forma. En la forma definitiva que afrontará el trascendental final del mes de marzo. Ahí se decide la Copa, la Champions y casi toda la Liga. Si Messi mantiene su progreso -imperiosos sus goles esta semana, poniendo al «The Best» mirando para Cuenca-, si la defensa se asienta, si el centro del campo encuentra la combinación acertada para Iniesta y Busquets -el casting apunta ahora más a Rafinha o Denis que a Rakitic o Gomes-, si Ney espabila, si las lesiones respetan… puede ser que Luis Enrique renueve por a puerta grande o se vaya  por la misma.

Porque si esto es todo lo que el Madrid sabe hacer, si en su mejor momento de la temporada aún tiene al Barcelona soplándole en el cogote -no apostaría porque gane los puntos pendientes de Valencia- es muy atrevido entonar el cuento de la lechera de los tripletes.

Tampoco hay que cantar victoria en Copa, aunque tengan por seguro que el sorteo deparará un plácido Madrid-Alavés y un convulso y hermoso Barcelona-Atlético. O bien un Madrid-Alcorcón, por aquello de sacarse la espinita del «alcorconazo» y que los chicos puedan viajar en metro a Chamartín.

Montaje chapussa del Nen del Clot
Montaje chapussa del Nen del Clot

RUIDO Y FURIA

Joan C. Sunyol

Piqué no se queja. Piqué manifiesta lo que piensa el barcelonismo. Lucho se lo tiene que callar. Aunque es bien cierto que se han extraído sus declaraciones de la manera conveniente para intentar enfrentarlas a las del central culé. Lucho piensa lo mismo en su casa. Esta Liga, como muchas otras competiciones, tiene tufo madridista.

No es conveniente creer en conspiraciones. Los fáciles rivales de Champions, las manifiestas ayudas arbitrales que recibe el Real Madrid (contra el Granada en Liga, contra el Sevilla en Copa), los penaltis escamoteados al Barcelona, los continuos errores de apreciación de fuera de juego cuando el balón entra en la portería contraria, no nos permiten diagnosticar un cuadro conspiranoico. Porque no existe una conspiración. Todo es más sutil. Existe un clima favorable. Lo animan los medios de comunicación nacionales con aparente inocencia, lo refuerza el establishment de la Liga y la Federación con su excesivo españolismo y manifiesto anticatalanismo. España es un país cada vez mas centralizado, todo sucede en Madrid y el resto del territorio parece no existir. Los telediarios cierran y abren con el eructo de Cristiano Ronaldo. No sorprende que muchos quieran irse de este país. Lo malo es que nos dejen a los demás solos, con el centralismo españolista y el pestazo de los Ferreras, Santos, Pedreroles, Ronceros y otros tipejos. Sería preferible un referéndum cuyo objetivo fuese que Madrid -y toda su corte política, empresarial, corrupta, nacionalista, excluyente, mandona y derrochadora- fuese expulsada del país. Que el Madrid juegue la Liga Sagres.

Por eso no hay que hablar de conspiraciones, sino de clima propicio, de clamor engordado por el florentinismo, que la Gürtel tenga en su gloria.

Yo soy de Piqué.

LA COPA DE SU FLORENTINIDAD

Joan C. Sunyol

En el Bernabéu el pasado miércoles, Mateu Lahoz hizo de Melchor y fue auxiliado en las bandas por Gaspar y Baltasar. No hubo que esperar a la Noche de Reyes en la casa madridista para que lloviesen los regalitos. Solo faltaron los camellos (¿o no?). Si les digo que el Sevilla se fue con la cara colorada de bofetones y el árbitro con la palma de la mano escocida, no hace falta ser adivino para saber qué ocurrió.

La prensa madrileña, efusiva, se deshizo en elogios ante la insuperable sagacidad de Monsieur Zizou el Cabezazos, que «sentó» a Ronaldo y apostó por James, en un intento de procurar que no tome la puerta de salida ya. Hizo dos goles. Otro espejismo. Ahora quedan dos visitas al Sánchez Pizjuán -una en copa, otra en Liga- y dudo mucho de que los campeones del «Mundial-ete» salgan airosos de Nervión.

En TV he asistido perplejo al espectáculo de un tipejo -dice que es periodista-bailando sevillanas delante de un tertuliano sevillista. El arte le caía a chorretones por la pernera al individuo, como reguero maloliente de malaje y des-fachatez.  Era su forma de restregarle la victoria y el atraco. El madridismo hace eso: se envalentona, coge la escobilla del váter para darte en las mejillas, se ríe a carcajadas en tu cara, grita más fuerte para llevar la razón y luego dice que su comportamiento forma parte del señorío, de la historia victoriosa del siglo XX, y tal y cual. Ellos mismos se retratan. Cuando en cualquier tertulia televisiva invitan a un madridista hay garantía de pasar vergüenza ajena. El roncerismo es así.

Pero la jornada de la Copa de Su Florentinidad ha dejado al Barcelona en el alero -otra vez- en San Mamés. Luis Enrique no le ha cogido el aire al Athletic. Allí mismo perdió el sextete de 2015, que hubiese sido el hito absoluto del fútbol mundial y hubiese hecho rechinar durante años la mandíbula de cristal de don Floren y su comparsa mediática. Hay que recordar de nuevo que el Madrid no ha conseguido ningún triplete en 2016. No hay «-ete» que valga sin ganar Liga y Copa. Y jode.

El Athletic sabe presionar, sabe que es efectivo el estrangulamiento de Iniesta -como lo era el de Xavi- y que así el juego de pase del FCB se hunde. Los delanteros no saben resolver la situación bajando al centro del campo: a veces Messi, pero Dios tiene su lugar. Ante la presión, Busquets achica y mira atrás, y es habitual que el tercer centrocampista de turno (esta vez Rakitic) resulte incapaz de sacar adelante la creación de juego. Es un asunto que desde los tiempos de Rijkaard sufre el Barcelona. Quizá desde la invención cruyffista del 4. Su irrenunciable apuesta por tener tres arriba hace que sea fácil el ahogo del centro del campo. Como siempre habrá tres arriba, la única solución para inflar el centro del campo es quitar defensas. Todos los entrenadores que se enfrentan al Barça lo saben. Y saben que se puede jugar así contra el FCB, pero si su equipo no responde hasta dejarse las higadillas, si no corren como posesos durante 90 y pico minutos, y la delantera barcelonista no tiene las gafas empañadas, les pueden caer cinco en el primer tiempo. Pero el Athletic sabe sufrir frente al Barça -como han hecho en esta Liga el Alavés, el Málaga, el Celta- y por eso, aunque terminasen nueve en el campo supieron conjurar el peligro del Barcelona atando en corto donde duele.

De todas maneras, queda la vuelta. Esperemos que no tengamos que recordar este año las oportunidades perdidas en San Mamés, la patada a Neymar , la repatada a Piqué, la falta de reflejos de la delantera, el golpe de kárate a Umtiti, el tiro al palo de Messi, la bota torcida de Paco en el minuto 93. Porque la eliminación alimentaría la indecisión de Luis Enrique y porque las derrotas en octavos de la Copa más recientes  son de 2010 y 2008, en ambos casos contra el Sevilla. El mismo al que han estafado este año en el Bernabéu.

Melchor Lahoz
Montaje del Nen del Clot